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viernes, 27 de enero de 2012






¿Ocurren todavía los Milagros?

Por Yoli de Mallén

Cuando se es Cristiano y se conoce gran parte de todo lo que la Biblia habla sobre los milagros que se han efectuado tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, es para quedarse boquiabierto y realmente asombrados.

Nuestro Dios ha sido capaz de realizar lo que “NO se puede hacer”, para Él no hay límites posibles.

Un milagro, también se conoce como: una maravilla, un prodigio o una señal. Todos, de alguna forma u otra, dejan ver la Grandeza de Dios y Su Incomparable Poder:

·         Dios hablarle a un hombre sobre Sus planes para con él, a través de una zarza ardiendo en llamas.
·         Alimentar a todo un pueblo hambriento en el desierto con pan y carne fresca, diariamente.
·         Sacar  agua de una peña en medio del desierto para un pueblo sediento.
·         Abrir el Mar Rojo y convertirlo en un camino seco y seguro por donde el pueblo pudo pasar a pie y cruzarlo.
·         Ser guiados por una columna de fuego en las noches, para ver la dirección y cuidado de Dios en medio del desierto.

Estos son solo algunos de los milagros del Antiguo Testamento.
Y qué decir del Nuevo Testamento con la presencia directa de Jesús en la Tierra:

·         La multiplicación de panes y peces, para alimentar toda una multitud de personas.
·         El calmar tempestades en medio del mar.
·         La resurrección de muertos.
·         La sanación de heridos, ciegos, sordos, enfermos, mudos, paralíticos, endemoniados.
·         El caminar sobre las aguas profundas del mar.
·         Producir una pesca sobreabundante, donde no había nada.

Toda clase de milagros, en cualquier situación.
Pero ¿Hoy día. Ocurren  Milagros?

Dice La Biblia que nuestro Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8). Que es un Dios Inmutable, que en Él no hay sombra de variación (Santiago 1:17), o sea que su capacidad y poder es el mismo de siempre.
Solo  que a veces, al igual que en todos los tiempos, el hombre no percibe la mano de Dios trabajando y lo justifica y atribuye a cualquier cosa que no sea Dios.

Y si no lo crees, piensa un poquito:

1.    Cuando ocurre un horrible accidente automovilístico, y sin entender cómo, se salvan los que viajaban en el auto. ¿Qué pasó?

2.    Cuando en una operación muy delicada, todo sale a la perfección, pero con el mismo médico otros no han tenido el mismo resultado. ¿Fue el doctor?

3.    Cuando no tienes trabajo y aparece alguito junto a tiempo, para poder hacer la compra de la comida y pagar las deudas correspondientes a ese mes. ¿Coincidencia?

4.    Cuando vemos y seguimos la trayectoria de un ciclón que viene directo a nuestro país y de un momento a otro, cambia la ruta y ni llueve. ¿Fue la brisa?

5.    Cuando un enfermo de cáncer al borde de su muerte, sin saber cómo se le otorga por su inesperada mejoría un tiempo llamado de “Remisión”. ¿Estás seguro fue el tratamiento o la quimio terapia que recibió?

6.    Cuando un matrimonio está al borde del divorcio y decide darse otra oportunidad para obedecer a Dios. ¿Crees fue solo un buen deseo?

7.    Y dónde se queda el cambio radical que ocurre en un nuevo creyente, luego de decidir seguir a Cristo. Ese pecador que había sido esclavo de su pecado por toda su vida, practicándolo sin poder abandonarlo; y de un momento a otro su vida cambia por completo, ahora gira hacia otro lugar opuesto, donde puede dejar su vicio, su pecado y comenzar una nueva vida, limpia y santa. ¿Crees que ha sido todo por su propio esfuerzo?

Nuestro Dios sigue y seguirá haciendo hermosos y maravillosos milagros, solo que tenemos que abrir bien los ojos para verlos.

Y lamentablemente el hombre como ser humano, seguirá haciendo lo mismo.

En el Antiguo Testamento, se olvidó rápidamente de lo que Jehová hizo y volvió a los ídolos.
En el Nuevo Testamento, se olvidaron de lo que Jesús hizo y lo crucificaron.

Y ahora, y hoy… ¿qué estamos haciendo?

Lo mismo… justificamos con cualquier razonamiento humano y científico y le quitamos la Gloria al Único que la merece: a Nuestro Grande y Poderoso Dios.







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