Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
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lunes, 29 de marzo de 2021

 

Aprendiendo de mis Limitaciones

Por Yoli de Mallén








Todos nacemos con habilidades que pueden desarrollarse y llevarnos a lograr grandes cosas y éxitos en nuestra vida; una cantante, un pintor, un músico, un profesional destacado, una diseñadora, un deportista, un chef, un escritor, etc.

Peo junto con las habilidades también venimos a este mundo con limitaciones que marcan nuestro ser y nos permiten ser seres más sensibles, menos arrogantes, humildes, capaces de entender el sufrimiento del otro, agradecidos… en fin mejores seres humanos, ejemplo de estos son las limitaciones físicas como; cojo, una  mano seca, ciego, sordo, tarta mudo, con estrabismo y un ojo ciego (como es mi caso personal), con desviación de la columna, espina bífida con hidrocefalia y también mentales, como algún retraso o un bajo coeficiente intelectual etc.

Pienso que he aprendido mucho más y mejores cosas de mis limitaciones que de mis habilidades. Pues mis habilidades a veces me pueden formar en una persona arrogante, orgullosa, única (a mi juicio) y hasta llegarme a creer como dice el dicho popular: “hasta la última Coca Cola del desierto”.

Todos y cada uno dentro de nuestra exclusividad como criaturas creadas por Dios únicas y especiales; tenemos nuestra formación muy particular y venimos ya con un “Combo” hecho, cada uno muy diferente al otro, aunque podemos tener algunas cositas en común o parecidas con los demás.

Aprender a aceptarte como eres lleva tiempo; pero si conocemos al Señor, Padre y Salvador Personal, Jesucristo, la cosa se vuelve mucho más sencilla y más fácil. Pues aceptamos haber sido rescatados de la condenación, ya como el primer acto que nos llevará a sentirnos más que privilegiados e importantes ante la Majestad de un Dios que no tenía por qué elegirnos.

¡Me escogió a mí solo porque le plació! No lo merecía.

También aceptamos que nos hizo de manera perfecta a Su Imagen y Semejanza por tano ante Sus ojos somos tal cual El quería que fuéramos; aparte de que todo en nuestra vida y trayectoria está planificado con anticipación dentro de Sus planes y con Propósitos, para desarrollar en nosotros toda una OBRA MAESTRA.

Éxodo 4:11 nos revela esto de manera clara:

4:11 Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? 

Todo esto espero nos sirva de introducción para dónde quiero llegar.

En mi vida ya bastante avanzada, he podido conocer personas con muchas clases de limitaciones, unas me impresionan y marcan más que otras.

Un bello ejemplo que cautivó mi corazón desde que lo conocí es un joven que nació con hidrocefalia y espina bífida, por lo que ha sido paralitico toda su vida.  Es la persona más amorosa, con ánimo de vivir y servir al Señor que jamás he conocido. El conocerlo hace que pase desapercibido su limitación, pues su corazón es tan grande  como persona, que sobresale a todo su físico.

También he conocido una mujer que con el tiempo, ya adulta, desarrolló una enfermedad en sus ojos quedándose ciega de un momento a otro, de manera irreversible. Pero ella no ha decaído para nada en su ánimo, gozo, servicio en la obra, ayuda en lo que pueda, dispuesta, diestra en computadora y hasta ha llevado un programa radial. ¡Ha sido tremendo ejemplo para Mí!

Conocí una joven ciega, sorda y muda que asistió a una conferencia que se ofreció para sordos en nuestra congragación y quedé maravillada, cuando veía como otra sorda le explicaba el mensaje (en Señas) y ella se lo gozaba todo con una cara radiante de felicidad sonriente.

Cuando existe una limitación es importante, como hemos visto en los ejemplos que cité anteriormente, que aprendamos a seguir adelante, enfrentando nuestra situación y buscando las mejores salidas; que nos puedan sacar victorioso ante la situación y no sumergirnos en la más densa oscuridad de la tristeza y depresión o simplemente cruzarnos de brazo y no hacer nada al respecto.

¿Qué podemos hacer?

Si mi limitación fuera la vista; trataría de buscar un lazarillo para que sea mis ojos, contaría mis pasos para no tropezar,  buscaría una computadora especial, aprendería el sistema “Braille” para leer, usaría un bastón, sacaría ventajas de mis otros sentidos en buen estado, conseguiría un perro amaestrado si fuera necesario etc.

Si mi limitación fuera estar sorda, aprendería el lenguaje de Señas con todas sus palabras para facilitar mi comunicación con los demás, aprendería a leer los labios, buscaría consejos sabios, aprendería a leer y escribir, así podría leer libros interesantes y comunicarme con el mundo oyente que no me entiende, sacaría ventaja de mis otros sentidos etc.

Si fuera una limitación, donde pudiera mejorar mi condición con terapias, ejercicios, masajes, dietas, no vacilaría en investigar para alcanzar mi mejoría.

Debemos seguir adelante y no sentarnos a sentir lástima por nuestra condición, derrotados. Siempre podemos mejorar y nunca será tarde para empezar, aún por mayores o viejos que seamos.

He tenido un propósito que trato de cumplir en mi vida y es; ”cada día aprender algo nuevo”.

Puede ser; una palabra en otro idioma, un buen consejo, una receta fácil, un versículo transformador, una forma práctica de organizar algo, cómo conservar mejor los alimentos, ideas de limpieza efectiva, una medicina casera, cualquier cosa nueva que no sepa.

Creo puede ser una buena meta para comenzar en cualquier momento, añadir conocimiento a nuestra vida y hacernos mejores seres humanos. Parecernos más a Cristo. La Epístola a Tito nos dice,

3:14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.

Todo lo que pueda acercarme y mejorar en mí la Imagen del Dios que represento, sería una tremenda Bendición para mí y para los demás con quienes comparto mi vida.

¿Qué puede haber de malo el intentarlo?

 

miércoles, 10 de marzo de 2021

Hasta Aquí

      Por Yoli de Mallén


No sé Uds. pero para mí es algo impresionante ver el mar.

Sentarme frente a la playa y ver esta cantidad de agua tan inmensa que está frente a mí.

Ver las olas como van y vuelven hasta un límite.

Van y vuelven…hasta aquí.

Ellas no traspasan más allá de donde se les indicó.


¿Quién les puso límite a las olas?

¿Quién les marco hasta donde llegar y devolverse?


El libro de Proverbios 8:29 dice, hablando del Creador:

“Cuando ponía al mar su estatuto, para que el agua no traspase su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra.”

Y en Salmos 104:9 dice:

“Le pusiste término, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra.”


¡Cómo no podemos maravillarnos del gran Dios que hemos conocido!

Ver Sus maravillas, ver cómo la creación le obedece, sin rebelarse.

Podemos sentarnos con toda tranquilidad frente al inmenso océano y si el Creador no ha dictado otra cosa para ése día; dígase una tormenta, un ciclón, o hasta un maremoto;  podemos hacerlo con la completa seguridad que las olas van y vuelven a su lugar indicado.

Unas más atrevidas que otras, perro aún suba o baje la marea, ellas saben su límite y hasta ahí llegarán.


Aunque parezca un ejemplo un poco extraño, quisiera mi vida fuera parecida a las olas del mar:

·      Quisiera ser obediente sin cuestionar lo establecido por Dios mi Creador.

·      Quisiera ir y volver en mi vida sin traspasar el límite que Dios me ha puesto.

·      Quisiera que todos pudieran ver en mí a mi Inmenso Creador y Su obra conmigo.


El Señor nos ayude a ver Su Grandeza en cualquier momento y situación de nuestra vida.

¡Y nos deleitemos en Su Perfecta Creación!

 

 


 

 

martes, 2 de marzo de 2021

 

      Déjale Entrar

                      Por Yoli de Mallén









Si el Cáncer toca tu puerta… déjale entrar.

¡Parecería una locura lo que acabo de decir!

Pero mis queridos amigos y hermanos, ya lo hemos vivido y estamos viviendo todavía y ha sido una tremenda experiencia.

Mi esposo ha sido diagnosticado con cáncer de vejiga.

Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas obran para bien, pues así es.

No voy a negar que cuando el cáncer tocó a nuestra puerta fue un tiempo diferente y difícil, pero este sirvió para un sinnúmero de bendiciones como:

1.   Acercarnos más a Dios de manera especial e íntima en todo momento.

2.   Confiar plenamente en el Todopoderoso sabiendo que tendrá lo mejor para nuestra vida aunque sea diferente de lo que deseamos.

3.   Poder ver y apreciar a un pueblo orando y clamando de rodillas unos por los otros, como una tremenda muestra de amor.

4.   Saber que el Dios que Era, y que Es y que siempre será nos escucha, y más que eso nos complace y responde y no nos abandona.

5.   Poder ver Su mano Poderosa actuar de manera milagrosa, que nuestro Dios es Jehová Rafa, el Dios que Sana.

Ha pasado, y el tiempo vivido a nuestros ojos parece muy largo.

Por momentos, todo se ve oscuro y sin final.

Nos hemos preparado mentalmente aún para recibir la muerte, entendiendo que esto también sería bueno; por la seguridad de salvación que Dios ha puesto en nuestro corazón.

Seguridad de ser sus hijos, de Su amor y cuidado, de Su compañía permanente, de la vida eterna que nos tiene reservada.

Este tiempo nos ha dado la hermosa oportunidad de ser luz de conocer personas y poder darles testimonio y hablarles de Cristo.

Nos ha permitido ver el amor de hermanos y amigos que no han dejado de estar atentos a todas nuestras necesidades, y nos han sorprendido con  pequeños y con grandes detalles.

Nos ha permitido serle de ayuda a otros que vienen detrás siguiéndonos con el mismo diagnóstico.

Poder serles de consuelo y de ánimo.

Dicen que el paciente de Cáncer cuando abre sus puertas y le deja entrar, es para quedarse; solo que algunas veces está muy activo y visible y se siente su presencia y otras queda muy resagado, dormido y casi imperceptible su presencia.

Por lo tanto, hay que seguir estando muy atentos y alertas para ver su comportamiento muy de cerca.

En este período de nuestra vida pudimos escuchar algo que no quiero dejar de mencionar pues fue para nosotros de mucha ayuda:

-       Cuando Ud. oiga la palabra “Cáncer”, no se asuste… es lo mismo que oír, diabetes,  colesterol  o presión alta.

Si el cáncer toca a tu puerta…déjale entrar y atiéndelo bien, dale la prioridad que merece.

Has todo lo que de tu parte puedas y tengas que hacer…y déjale a nuestro Dios la parte que no podemos resolver.

Veamos la mano del Dios de lo Imposible.

Veamos Su trabajo.

¡Quedaremos maravillados y agradecidos!