Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
Escríbeme a yolimallen@convertidosacristo.org o a yolimallen@gmail.com

viernes, 14 de julio de 2023

 

Una oración especial

 


Todos los cristianos sabemos lo que significa ORAR:

Hablar con Dios.

Para poder orar en todo tiempo y hacerlo sin cesar, como dice en Su Palabra:

1 Tesalonicenses 5:17

 Orad sin cesar. 

Tenemos que considerar y entender lo que significa que el Espíritu Santo vive, hace morada fija y continuamente, por la eternidad en nuestro corazón.

El Dios Santo, Incomparable, el Todopoderoso, Creador del Universo, el Rey de Reyes, y Señor de Señores viene a morar en mi corazón. Viene a ser mi compañero desde ahora (cuando me convierto) hasta la eternidad; NO se va, NO se separa de mí, NO me abandona.

Sabiendo esto…es fácil hablar con Él en todo tiempo.

Pues está conmigo, a mi lado, conociendo y permitiendo en mi vida todo cuanto en ella sucede.

Sea bueno o no lo parezca tan bueno a mis ojos; para Dios siempre será apropiado y necesario para mi vida.

Entendiendo que Dios vive en mí, puedo hablar con Él en todo tiempo, donde quiera que esté, cualquier momento del día, y haciendo cualquier cosa.

Es fácil hablar y comunicarte con Quién tú tienes total confianza y cercanía.

Por tanto, cualquier sorpresa o imprevisto que llega a tu vida, aún antes de registrarlo en tu cabeza; lo mejor es compartirlo con nuestro Amigo, nuestro Padre, y Consejero.

Llevarlo en oración.

Mi hija menor dice que la mejor medicina que todo ser humano creyente puede tomar, para sanarse de toda enfermedad o situación, donde no pueda ver su salida en el momento, se llama CRISTOMICINA.

Se toma todas las veces que sea necesario…

¡Estoy completamente de acuerdo!

He tomado Cristomicina muchas veces en mi vida, y espero seguir tomando mientras vida tenga.

En mis momentos alegres, doy a Él toda la Gloria, y no quiero olvidar el ser agradecida por lo que me ha permitido vivir y experimentar.

En mis momentos de pena y tristeza que han sido muchos también, el mejor remedio ha sido llevárselo y entregárselo a nuestro Padre. Así como se le entrega un paquete a alguien, se le da por completo.

Dejándolo en las manos del Único que lo puede abrir y resolver; yo nunca lo podría hacer tan bien como Él.

Lo entrego, confío y espero…. A Su tiempo veré el propósito.

En todas las ocasiones y etapas de nuestra ida, la oración es la clave y la respuesta esencial.

No todos nuestros familiares y amigos son creyentes; por lo tanto, para poder ganarlos para Cristo tenemos que usar bien las 2 armas potentes que tenemos:

1º la Oración

2º nuestro testimonio

Solo orar y darles testimonio de en QUIEN hemos creído; confiar y esperar.

Seamos LUZ para su oscuridad.

Recordemos que también estuvimos una vez en la misma oscuridad que ellos están.

Seamos atalaya para su falta de dirección.

Cuando nos convertimos formamos parte de una gran familia como hijos de Dios. Es nuestro deber; conocerlos, amarles, ayudarles, guiarles, enseñarles, compartir, crecer, aprender, como un cuerpo, teniendo a Cristo como cabeza.

Nos necesitamos unos a otros, mantenernos unidos nos evita tentaciones y caídas.

El Señor sabiamente nos compara con ovejas que se necesitan mantener en grupo, un rebaño, para no ser atacadas por el lobo, nuestro adversario el diablo, que anda buscando a quién devorar.

Necesitamos la oración de unos por los otros.

Es nuestra arma más eficiente.

Debemos con ella solicitar la ayuda y oportuno socorro a nuestro Escudo, Castillo fuerte, nuestra Roca eterna, a Cristo Jesús.

Ella es el medio para obtener Paz, nos alivia la carga, nos da descanso, nos llena de esperanza.

No sé si han pasado la muerte de un ser querido del cual no tienen seguridad de su conversión y salvación. Solo el Señor puede darte esa Paz a tu alma, al pensar que el Juez Justo ha determinado dónde esa alma estará, Él mismo la creó y lo determinó,  no es a mí que me corresponde esa decisión.

Solo puedo decir:

“Gracias Dios mío, pues yo sí sé a dónde voy, gracias a tu misericordia”

Nada puede darnos mayor confianza que sabernos en las manos del Todopoderoso. Saber que todo, todo, todo cuanto sucede ha pasado por el conocimiento y la aprobación de nuestro Creador.

Cada detalle estaba registrado de nuestra vida y así mismo está la solución. Solo hay que esperar y ver.

Ser capaces de ver la mano de Dios trabajando es lo más impresionante que podamos alguna vez experimentar.

Ver cómo es capaz de mover “montañas” y obstáculos tremendos para realizar algo que ya había determinado que pasara. Ver a Dios mover como si fueran fichas de un juego, para dar jaque mate.

La vida como esposa de pastor me permitió ser testigos de enormes maravillas, solo tenemos que abrir bien los ojos espirituales y mirar…

Que el Señor nos permita ver bien lo que pasa a nuestro alrededor.

Que aprovechemos cada situación para Glorificar al Único que merece toda Gloria; Honra y Adoración.

Que la LUZ que hemos recibido no pase desapercibida, que brille con la misma intensidad que la LUZ de Cristo, al final es Su Luz Admirable, es Su Espíritu que mora en nosotros.

¡Gloria a Dios! Salmos 66:20 nos dice:

Bendito sea Dios,
Que no echó de sí mi oración,

ni de mí su misericordia.    Amén.

lunes, 3 de julio de 2023

 

Una obra de arte






 





Estar delante de un artista ya sea pintor o escultor, es impresionante.

Ya sea sobre un lienzo completamente en blanco o un pedazo de piedra sin ninguna forma; el artista poco a poco va poniendo su talento y destreza va dándole forma o vida a su obra.

No es hasta el final o cuando hay completado todos los detalles que podemos apreciar y admirar la obra completa.

Esto requiere de mucho tiempo con especial atención a cada espacio, combinación de colores, tipo de pinceles, golpes a un cincel sobre la piedra.

Es mucho el tiempo mirando de cerca y de lejos su obra, de diferentes ángulos, posiciones, bajo una buena luz y claridad para no pasar nada desapercibido.

Para nosotros ver esa obra sin estar terminada, nunca será igual, pues no la podemos apreciar, está concebida solamente en la mente del artista que la diseñó.

Él ya la conoce desde antes de comenzar a crearla. Ya para él su obra está terminada y completa en su mente. Solo él puede decir: “Ya terminé”.

¡Qué increíble comparación!

Nuestro Dios es el gran Maestro, el Artista Perfecto.

Y cada uno de nosotros, somos Su obra maestra.

Su cuadro o Su escultura.

Trabajada ya en su mente desde antes de la fundación del mundo.

Donde nuestro Artista, minuciosamente nos pone los colores adecuados en el lugar preciso, dejando ver lo que solo Él quiere que se vea.

Dándonos aquellos golpes a veces muy dolorosos con el cincel, pero tan necesarios para seguir formándonos a Su Imagen.

Velando cada detalle y cada espacio por insignificante que parezca, pero importante para terminar Su obra completa.

Trabaja sin prisa, a Su tiempo perfecto.

No intentemos ver Su obra, pues hasta que no diga que ha terminado, seguirá trabajando en ella.

Saber que Dios es el Artista y que Yo soy su obra; es algo que me emociona y me conmueve.

Quiero que el Señor siga trabajando conmigo según sea necesario.

En Sus manos no hay duda de cómo será el final: Perfecta y Bella.

No importa cuán doloroso y cuantas veces reciba los golpes del cincel, estaré segura de que cada uno será necesario para lograr lo mejor de mí.

Además, vienen de la mano del Maestro, del Artista, del Perfecto.

¿Cuestionarlo? Nunca.

Él sabe cómo será el final de Su obra, ya Él la contempló de antemano.

Filipenses 1:6 nos dice claramente,

 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

 

Ver una obra de arte, es algo que nos asombra,  nos deja sin palabras.

¡Eso seré yo cuando el Maestro acabe Su obra conmigo!