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viernes, 5 de octubre de 2018

Salmo 46:10


               Estad Quietos

            

Estás solo en tu casa o en cualquier lugar, es de día pero …  de momento se pone el cielo muy nublado, todo se  oscurece, se esconde la luz del sol que entraba por las ventanas y alumbraba todo a tu alrededor…  todo a tu lado apenas se percibe, ya no se ve con claridad.

Empieza a llover, poco, más, más fuerte, empieza una cadena de relámpagos y truenos como jamás has oído, uno tras otro, corridos.

Todos marchando juntos, uno tras el otro, solo puedes llegar a ver la luz y al mismo tiempo se oye el estruendo del trueno.

Es algo impresionante, es algo para temblar, sentimos que hasta las paredes se estremecen. Tu cuerpo también los siente muy cerca.

Nos asustamos de ver el poder que tiene nuestro Dios, como controla las potencias de los cielos, como se estremecen y rugen con tanto poder y pueden ser tan ruidosos. No pasan desapercibidos.

Todo el mundo puede escucharlos, los carros disparan sus alarmas, oímos más y más ruidos.

Hay momentos en que pensamos esos rayos caerán a nuestro lado, en algún árbol en nuestro patio, nos sentimos inseguros, con miedo, temblorosos.

Aún el ser más fuerte siente temor de la naturaleza y su furia.

Dios controla todo.

Él es el fuerte.

El Todopoderoso.

El Único.

Los vientos y las potencias de los cielos le obedecen.

Los manda y ellos ejecutan sin desobedecerle.

Solo nos queda “estar quietos”.

Ver la mano poderosa de nuestros Dios que hace lo que quiera cuando quiera y cómo quiera.

¿Quiénes somos nosotros para discutir o cuestionar a Dios y lo que hace?

Somos menos que polvo.

¿Por qué no aprendemos de esta experiencia?

El salmo 26:10 dice

46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;

Ante la manifestación de Dios en nuestras vidas, ante su poder, ante su grandeza, ante sus decisiones para mí, aprendamos a estar quietos, confiar y esperar.

Sabiendo Quién es nuestro Dios, y su Poder.

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