Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
Escríbeme a yolimallen@convertidosacristo.org o a yolimallen@gmail.com

lunes, 6 de mayo de 2013



Con Dolor…Pero Sin Quejas

Por Yoli de Mallén

Cuando uno puede ver “La Poderosa Mano de Dios” trabajando a tu favor; no creo pueda venir a tu corazón otra cosa que un deseo ferviente de hacer todo, como Jesús mismo lo hubiera hecho.
Isaías 53:7 nos dice, hablando de SU Sufrimiento:

“Angustiado El y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”

En un momento de mi vida, sin saberlo, sin programarlo, sin esperarlo; en un instante por causa de un accidente automovilístico, pasé de ser una persona en condiciones normales, a una persona que empezaba  todo de nuevo, otra vez; podría decir que estaba en “menos cero”.

Comencé en una cama de posición donde me tenían que ayudar a moverme las manos, los pies, el cuerpo; me daban la comida, me bañaban, me ayudaban a peinarme, me pusieron “pampers” ( bastante difícil esta parte, por cierto). Necesitaba ayuda de otros para TODO…definitivamente para TODO.

Meditaba sobre lo que Dios había hecho conmigo, al permitirme quedar con vida de esa aparente tragedia.
 En mi corazón estaba realmente gozosa con la decisión de mi Señor al haberme permitido entrar en SUS Planes y Propósitos; llegué a la decisión de que ya que estaba  viviendo “días extras” trataría por todos los medios posibles de darle toda la Gloria a mi Gran Dios, al único que lo merece, mostrando una actitud y conducta ejemplar (como Jesús hubiera hecho),  ante la situación que se me presentaría de aquí en adelante experimentar.

Ya no podría contar con mi autosuficiencia; sabia que nunca me harían las cosas como yo las hubiera hecho ; es más posiblemente ni siquiera como me agradaban pero era evidente que  necesitaba a los demás, inevitablemente;  por tanto NO daría lugar a las QUEJAS, sino a un corazón totalmente AGRADECIDO y CONFORME, Paciente, mostrando el Gozo de mi Señor.
La epístola a Santiago 5:4 nos dice:

“Hermanos no os quejéis unos con otros, para que no seáis condenados; he aquí el juez está delante de la puerta”.

Mi corazón solo anhelaba ver las cosas positivas y buenas que el Señor me estaba otorgando,  ser como el único leproso de los 10 que fueron sanados que volvió a los pies del Señor a darle las gracias, como nos dice en Lucas 17:16:

“Y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole las gracias”.

De cero movimiento, he ido pasando poco a poco y con la ayuda de tantas almas misericordiosas que Dios ha puesto en mi camino diario; he ido  logrando muchas cosas. Aún aquellas cositas que damos por sentadas para mí  han sido tremendos adelantos día tras día, paso a paso, literal:

Puedo mover mis manos y piernas.
Puedo caminar.
Puedo ir al baño.
Me puedo bañar.
Puedo comer sola.
Me puedo acostar y hasta levantarme o incorporarme de mi cama sola;   una de las cosas que me resultaron más difíciles lograr.

Por tanto:
Doy gracias a mi Dios cada día, por el esposo que ha puesto a mi lado, que ha hecho mucho más que todo lo que ha enseñado por tantos años a los maridos, de Cómo deben tratar a sus esposas. Mis hijos ya lo habían visto; pero con esto… ahora el mundo lo ha visto actuar.
Sus hechos han hablado mucho más alto que sus palabras.

Doy gracias a Dios por el amor de mis hijos e hijas que sin palabras, han estado pendientes y dándome el apoyo, compañía, resolviendo cada necesidad, dándonos ánimo para seguir adelante.
Han sabido ser ese brazo fuerte de apoyo físico y emocional.
 ¡Gracias por cada uno de ellos!

Doy gracias a mi Dios por el cuidado y atención de  cada persona en la Clínica y cómo nos asistieron a nuestras diferentes necesidades.
A las enfermeras, los camilleros,  a los que limpian, a los médicos, a los que se encargaban de la comida, a los que nos hicieron radiografías o placas, sonografías, tomografías, el personal de la administración… en fin todo el hermoso personal que fue parte de nuestras vidas en esos 9 días internos, donde nos mostraron su interés, amor y cuidado por nuestra mejoría.

Doy también inmensas gracias a mi Dios por cada hermano y familia que con tanta gentileza nos prepararon comida y nos la llevaron hasta nuestro hogar, para que no tuviéramos que prepararla, aliviando nuestra carga e incapacidad. Nos suplieron de excelentes y deliciosos platos, variados y nutritivos cada día.

También debo agradecer a cada hermano y amigo que nos llamó una y 2 y 3 veces para saber cómo seguíamos en nuestra mejoría, no solo locales sino extranjeros y de países lejanos.
A cada uno que sacó de su tiempo y nos visitó, tanto en la clínica como en nuestro hogar. ¡Gracias por su tiempo!

Y no puedo dejar ese grupo tan especial que oró, y todavía oran por nosotros a tiempo y fuera de tiempo, continuamente; con los cuales estamos seguros se ha cumplido lo que nos dice La Palabra de Dios en Santiago 5:15 cuando nos confirma:

“y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará”.

DOLOR…. Sí todavía siento mucho dolor en mi pecho y en toda la espalada; según el diagnóstico será un tiempito largo y lento para la total recuperación de las costillas afectadas por el impacto (del choque), eso aparte de un poco más de tiempo que se añade por  los 58 años que tengo que tampoco me ayudan tanto.

Pero QUEJARME… IMPOSIBLE.

¿Cómo podría quejarme, con tanto por lo que debo agradecer?

¿Y  tú?
¿Estás atravesando hoy, por un tiempo también de DOLOR o tribulación?

Recuerda:
o   Dios lo sabe. (Salmo 139:1.3)
o   Dios está contigo. (Salmo 118:6)
o   Dios no ha perdido el Control. ( Efesios 1:8.10)
o   Si conoces al Dios Todopoderoso, sabrás que todo cuanto sucede en nuestras vidas es permitido por Él y está dentro de Sus planes. (Efesios1:4 y 5)
o   Que no nos ha dado más de lo que podemos resistir y que juntamente  nos dará la salida para que podamos sobrepasarlo. (1 Corintios 10:13, tentación  o tribulación)
o   Que todo obrará para bien a nuestra vida, si conforme a Su propósito hemos sido llamados y le amamos como debe ser. (Romanos 8:28)
o   Que Él  mismo Señor y Dios será nuestro pronto auxilio en nuestras tribulaciones. ( Salmo 46:1)
o   Que nos ha considerado capaces de  sobrellevar  esta situación, y así podremos aprovechar esto  para testificar y  enseñar a otros del gran amor de nuestro Dios y cómo Glorificarle  en todo momento manteniendo el Gozo y la Paz que sobrepasa todo entendimiento. (Filipenses 4:7)

Terminando con la total seguridad y confianza como dice en Filipenses 1:6,

“que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

 Conclusión,
 DOLOR…, tribulación… Sí,  Pero QUEJAS….
¡Imposible!

No hay comentarios:

Publicar un comentario