Increíble…pero cierto
Cuando hablamos de animales amaestrados, nos vamos con nuestra tremenda imaginación a imágenes como estas que presento a continuación:
· El
perro que sigue órdenes precisas
· Los
animales de un circo que hacen maravillas para un público
· Pajaritos
que montan hasta bicicletas
· Animales
del agua que dejan la boca abierta con sus piruetas
· Animales
salvajes que han sido doblegados y responden al hombre y hasta fuego atraviesan
Y así podemos tener una lista muy larga.
Pero hoy estaré presentando dos casos que para mí
fueron algo increíble…pero cierto, pues lo vi en persona.
1er caso,
hicimos una visita hace tiempo y entrando en la casa había un largo pasillo que
bordeaba una jardinera, algo muy bonito y bien arreglado.
Dentro de la jardinera había 5 tortugas grandes,
todas en ese momento estaban inmóviles, localizadas al otro extremo de donde yo
estaba. Parecía que estaban tomando una siesta todas juntas.
- ¡waoooo
que lindas tortugas y que grandes!
Le comenté a la señora de la casa.
- ¿Quieres verlas venir hacia acá?
- no te creo, eso no pasará.
La dueña las empezó a llamar a cada una por sus
nombres, para mi tremenda sorpresa,
comenzaron a sacar su cabeza y comenzó un desfile a ritmo muy lento pero
seguro, de todas ellas. Las vi venir.
Todas fueron llegando a donde estaba la dueña
quien las esperaba para acariciarlas y darles algo de comer.
Increíble…pero cierto.
2do caso,
vamos a llevar a una hermana a su casa y observamos un grupo de palomas afuera
muy reunidas en el parqueo delante de su apartamento.
- son mis niñas, yo las alimento y me esperan con
paciencia.
- ¿De veras?
Pues la verdad, yo no le creí mucho el comentario a
la hermana. Pero la semana siguiente volvemos por su casa y observo que no
están las “niñas” afuera y le digo,
-hoy no vinieron tus niñas.
-ya las verás.
Solo bajó del carro…y no sé de donde aparecieron
todas las palomas de vuelta a su lugar del parqueo, a esperar ser alimentadas
por la hermana. Estaban observando de lejos su llegada, y la reconocieron.
Estos acontecimientos asombrosos me acuerdan un
versículo en Juan 10:27-28
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará
de mi mano.
La oveja no es un animal para ser amaestrado,
nunca he visto una oveja haciendo un espectáculo de circo.
Sin embargo nosotros, si hemos creído, somos
comparados con las ovejas y somos capaces de oír y reconocer la voz de nuestro
amado Pastor Jesucristo, a través de Su Palabra, la Biblia.
Podemos oírle, reconocerle y seguirle. Podemos
recibir de Él su alimento espiritual, así como las palomas reciben su alimento
material, como nos dice Mateo 6:26,
26 Mirad las aves
del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Estemos atento, así como esos animales, que no
parece nadie adiestró oyen y obedecen, se acercan, se alimentan de quienes les
cuidan.
En ese verso que vimos el Señor nos ofrece la vida
eterna y una compañía a nuestro lado para siempre, nadie nos puede arrebatar de
Su mano.
Nosotros le conocemos porque Él nos eligió y nos
amó primero. Y nada nos podrá separar de Su amor.
Increíble…pero cierto.
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