Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
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viernes, 22 de marzo de 2019


          La Actriz principal


     

¿Has pensado que responderías si te llamaran una vez y te informaran que has sido seleccionada para ser la figura principal de una película?

Serías el personaje principal, todo acontecería alrededor de ti, tu actuación sería el eje principal que movería todo.

Todo dependería de ti: tus palabras, tus decisiones, tus movimientos, tus acompañantes, tus lugares, tus posesiones, tu tiempo…



Hoy, pensando y usando mi imaginación he visto cosas interesantes que quisiera compartir contigo.

Imagínate tú, como la Actriz principal.

Imagínate la película, como tu vida.

Imagínate a Dios, como el Director.

Te entregan el guión completo, que es la Biblia para que te aprendas:

·      Lo que tienes que decir

·      Lo que tienes que hacer

·      Cómo hacerlo

·      Cuando hacerlo

·      Dónde hacerlo

Te colocan en el mundo (tu vida) con todo predeterminado por el Director (nuestro Dios).

En el tiempo señalado, en el ambiente señalado, en el país señalado, con los padres escogidos, con los amigos, con tu pareja, con tus hijos, con tus nietos, con tus posesiones…

Pero también con tus luchas, tus fracasos, tus tiempos felices, tus depresiones, tus victorias…

Debemos aprendernos bien nuestro papel para que nuestra película salga bien, para ser aprobados como los artistas que fuimos seleccionados.

Todos verán nuestra película y la juzgarán como buena, o como mala. Como digna de ser vista o como película para ser recomendada a otros. Como película especial que perdura en el recuerdo, aún hayan muerto los artistas.

Si no aprendemos a actuar bien nuestro papel, haremos una película mediocre, jamás será recordada solo como una “mala obra”.

Pero lo más interesante de todo esto tan fantástico no es que nos han invitado a participar de una película; sino que ya Dios nos seleccionó desde antes de la fundación del mundo, para formar parte de nuestra película; nuestra vida.

No tengo alternativa de participar o NO.

Si estoy con vida, ya estoy participando, soy la actriz.

Mi película todavía está siendo producida, todavía tengo guiones a desarrollar.

Mi película NO ha terminado.

Solo al final podré saber si tuvo o no éxito. Si fue catalogada como buena, regular, excelente o mala.

Si ha sido digna de ser recordada e imitada.

Mi papel ha sido muy variado:

He representado ya a un bebé,

A una niña,

A una adolescente o joven,

A una novia,

A una esposa,

A una madre,

A una abuela.

No he acabado, pero considero tengo el mejor libreto a mi alcance: La Palabra de Dios.

Ella me dice con exactitud todo lo que debe ser mi actuación en cada escena.

Es importante que nuestro Director (nuestro Gran Dios) esté satisfecho con nuestro trabajo.

El nos dirige y nos muestra lo que El desea para lograr nuestro Largo Metraje:

Los momentos de suspenso y angustia,

Las aventuras inimaginables,

La parte de comedia y alegría,

Loa momentos de drama intensos,

Cuando el miedo y el terror se asoman,

Cuando las guerras y los pleitos aparecen,

Cuando la soledad y la tristeza llegan,

Cuando parece que no hay salida,

Cuando nace la esperanza,

Cuando disfrutamos de la calma,

Cuando la paz sobrepasa todo entendimiento.

En cada momento nuestro Director está ahí, revisando nuestra actuación.

Si es necesario nos hace repetir y repetir un acto hasta que lo logremos a la perfección.

Está ahí presente; nos observa, nos corrige, nos enseña.

El solo conoce la película completa, su principio y su final.

¿Y tu película?

¿Cómo va?

¿Estás trabajando en tu papel?

¿Y el Director está satisfecho con tu trabajo?

Depende de ti y tu obediencia al Director, el que tu película finalmente sea un “Éxito Taquillero”.

Dios te bendiga.


lunes, 18 de marzo de 2019



        Mi  Legado 
 

Que bueno es cuando recibimos una herencia, nos llena de satisfacción recibir algo de recuerdo de un ser querido.
Esto sabemos puede ser material, o en efectivo, o a veces hasta en títulos o posesiones.
Pero ¿qué hay cuando es una herencia que yo debo dejar?
¿Cuál seria esa herencia perfecta como Cristiana que soy?
¿Estoy consciente de que ya estoy dejando un legado a todos los que tengo a mi alrededor y me observan?
¿Qué legado estoy dejando? El que yo quiero dejar.

Nadie mejor que mi Salvador Jesucristo para imitar, y dejar el legado que El me dejó a mi.
Jesús vino para que siguiera su ejemplo, sus pisadas,
 1 Pedro 2:21 lo dice muy claro:
2:21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;    
       
I.          ¿Qué Legado me dejó Jesús?   
Nos dejó:

1.  Su Palabra, La Biblia, con Sus principios y mandamientos. (2 Pedro 1:19-21)

2.  Su Ejemplo de Sumisión, Humildad y obediencia. (Filipenses 2:5-11)

3.  Sus Enseñanzas para la vida diaria y práctica. (Proverbios 3:1-2)

4.  El ejemplo de la verdadera adoración y confianza a Dios Padre Todopoderoso. (Mateo 26:42)

5.  La manera en que debo de comunicarme en oración con el Padre. (Mateo 6:9)

6.  Esa paz verdadera que gobernará mi corazón en medio de las tormentas y tribulaciones. (Juan 14:27)

7.  La bendición de llevar mis cargas y problemas al Dios de lo Imposible. (Mateo 11:28)

8.  La plena confianza en que la Voluntad del Padre es lo mejor para mi. (Salmo 143:10)

9.  El poder sobre las tentaciones que me quieran apartar de Su camino.(Mateo 4)

10.            La indicación clara de cómo Alabarlo y rendirle todo mi corazón, alma y cuerpo. (Lucas 10:27)


Ese mismo Legado, debo yo dejarlo a mis futuras generaciones.

II.        ¿A Quienes debo yo dejar un Legado como mujer Cristiana que Soy?
1.  A mis padres, honrándoles, respetándoles y obedeciéndoles.

Efesios 6:1-3

6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
6:2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
6:3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

2.  A mi compañero, esposo, debo someterme, ser su ayuda idónea, respetarle, obedecerle, amarle con amor sacrificial, servirle, honrarle. Colosenses 3:18 dice:

3:18  Casadas,  estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor; 

3.  A mis hijos, criándolos en disciplina y amonestación del Señor, con amor, ejemplo, dedicación, cuidado, protección.

 Efesios 6:4

6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.            

4.  A mis nietos, dándoles ejemplo de adoración y confianza en Dios, apoyando a sus padres en su educación y disciplina en amor.

 2 Timoteo 1:5

1:5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 

5.  A mis hermanos en Cristo, ayudándoles, sirviéndoles, consolándoles, compartiendo, adorando juntos, congregándonos.

Gálatas 6:10

6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

6.  A mis amigos, a mi Prójimo en general, enseñándole, ayudándole, siendo cortés, educado, respetándole sus derechos, orando por ellos, perdonándolos.

 Hechos 20:35, Mateo 5:44 Gálatas 5:14

20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. 

Es importante recordar que quiera o No, dejaré Un Legado por lo que ha sido mi vida.

Estoy siendo observada, quiera o no, estoy siendo imitada…

¿Qué estoy dejando?

Puedo dejar un Legado de tristeza, desesperación, frustración, abatimiento, soberbia, orgullo, irritabilidad…
O puedo dejar como legado, una vida nueva restaurada, que brilla, Victoriosa, a la Imagen de Cristo.

¿Cómo voy a lograrlo?
Poniendo en práctica lo que me dice Su Palabra como consejo. Deuteronomio 6: 1-9
6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;
6:2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
6:3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.
6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
6:5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
6:7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
6:8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
6:9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. 

Hermanas, si tenemos que dejar un LEGADO a nuestras futuras generaciones, propongámonos a dejarlo BIEN.