¿Tibio?... Nunca
No sé si eres de las personas como yo, que no te gusta nada tibio.
Si es café con leche, bien caliente, con humo.
Si es sopa, caliente.
Si es piza, recién horneada.
Y si es lo contrario, también; si es frio…me gusta
bien frio.
Helados, refrescos con hielo, con mucho hielo.
Limonada, frozzen.
Siempre ando por los extremos si es caliente, que
me queme la boca y si es frio, que me congele el cerebro.
Pero así lo prefiero.
¿No sé cómo tú seas? pero sí sé cómo Dios lo prefiere.
Apocalipsis 3:15-16 dice,
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá
fueses frío o caliente! 16 Pero
por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Aquí no está hablando de comida, sino de nuestras
obras o acciones con relación a Dios.
Dios no resiste un Cristiano tibio, que ande con
un pie en las cosas del mundo y el otro en las cosas de Él.
Dios no resiste el Cristiano DISEL, dice él
que es cristiano, pero no lo demuestran sus hechos.
No podemos aparentar ser una cosa, siendo otra.
¡Con Dios no podemos jugar!
Él examina lo más profundo de nuestro corazón y
sabe perfectamente lo que allí hay.
Dice Lucas 8:17,
Porque nada hay oculto, que no haya de ser
manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
No hay cosa más desagradable que vomitar. Tanto
para el que lo hace, como para el que lo limpia.
Pues dice este versículo que Dios vomitará de su
boca al tibio.
¡Qué situación tan desagradable!
Lo desechará, lo sacará de sí como algo que no
sirve, algo dañino, no bueno. Algo mal oliente, desagradable ante Su presencia.
Como Cristianos debemos estar bien claros y andar
debidamente en pureza y santidad.
Ni siquiera cerca de la linea o borde entre el
bien y el mal.
Mientras más lejos estemos de toda tentación o
acciones que puedan confundir nuestro andar, mejor será para nosotros.
1 de Juan2:15-16 dice,
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de
la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo.
Amigo si crees ser Cristiano, pero todavía amas al
mundo y te inclinas hacia sus cosas y aún las prefieres…
Es tiempo de revisarte.
No tienes que ser Cristiano por obligación o
imposición.
Resulta una carga mayor e imposible de llevar,
tratar de aparentar lo que no eres.
Nuestro Dios desea firmeza en nuestra decisión,
así es Él.
Mateo 5:37 nos recuerda,
Pero sea vuestro
hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Si tu respuesta es un quizás, tal vez,
posiblemente, a lo mejor… dice la Biblia que de mal procede.
Nuestro Dios no miente, no cambia:
· Es
todo o nada
· Si
o No
· Frio
o caliente
· Vida
o muerte
· Verdad
o mentira
· Cielo
o infierno
Solo hay dos formas, no podemos estar en el medio,
no existe para Dios un intermedio.
Nuestro Dios es radical, Inmutable.
¿Dónde estaría nuestra seguridad si fuera un Dios
cambiante de sus preceptos y estatutos?
Así que, Tibio…nunca.
¡Hay que decidir!
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