El título de VIUDA
Desde lo más profundo de mi corazón les digo, que
no se imaginan lo difícil que ha sido para mí poder entender este título que ha
llegado a mi vida, sin esperarlo, ni desearlo.
El título de VIUDA.
Esperamos y recibimos muchos títulos que nos
agradan y de los cuales orgullosos los presentamos a todos.
Algunos nos cuestan mucho trabajo y esfuerzos para
lograrlos.
Otros son más fáciles de adquirir.
Normalmente los recibimos con alegría y
satisfacción.
Pero con sinceridad les digo que el título de
VIUDA me ha costado aceptarlo y asimilarlo.
Sabía que podía llegar a mi vida, pues mi esposo
siempre decía que había mas viudas que viudos, o sea que era un porcentaje más
alto y posible.
Además, relajaba mucho con la idea de que la mujer
casada, luego de aguantar a su marido y serle sumisa por tantos años…era justo
y necesario que disfrutara de unos “años de feliz viudez”.
Por supuesto no me gustaba mucho ese tipo de
chiste…y aun así, me tocó.
Se que personalmente me ha sido más difícil pues
mi esposo era todo para mí, los que lo conocieron saben que no miento.
1.
Él pensaba y tomaba todas las
decisiones.
2.
Hacía y resolvía todos los pagos y
gastos.
3.
Me acompañaba a todas mis diligencias.
4.
Mi compañero inseparable de aventuras.
5.
Mi amigo favorito.
6.
Mi mejor asistente.
7.
Mi perfecto confidente.
8.
Mi mejor maestro.
9.
Mi mano derecha, pues no me soltaba.
10.
Mi pastor, velando por mi vida
espiritual.
En fin, yo podía decir fácilmente que solo
respiraba…pues ahí estaba mi esposo para ayudarme y resolver.
El Señor me permitió un tiempo con él que no cambiaría.
Pero el Señor también tomó decisiones.
Y a Su debido tiempo lo mandó a buscar.
Cuando esto sucedió, fue como si cortaran una soga
en la cual estaba colgada fuertemente…y me sentía caer al vacío.
Era una caída…rápida, inesperada, en el aire,
suelta… pero unos brazos fuertes me sostuvieron.
Los brazos de Jesucristo, mi Salvador, mi Señor,
mi Dios.
El Salmo 46:1 dice,
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Y el Salmo 136:2 nos recuerda,
Con mano fuerte, y brazo extendido,
Porque para siempre es su misericordia.
¿Qué puedo hacer yo cuando el Señor habla?
Callar.
Entender que Dios tiene el control de todo, que lo
que Él hace, lo hace perfecto, aun yo no lo vea o entienda en el momento.
Dios me ama, y quiere lo mejor para mí .
Él podía llevarme primero, como yo solía decirle a
José, que así deseaba, pues yo dependía mucho de él.
Pero el Señor tenía otros planes para mí.
Nuestra vida cambia de momento, pero no termina.
El titulo de VIUDA, todavía no me gusta mucho.
Pero entiendo que si fue Dios que me lo permitió,
es el que me corresponde y lo portaré como es digno de llevarlo.
No puedo dejar de mencionar los requisitos de las
viudas que menciona la Palabra de Dios.
En la primera carta a Timoteo 5:9-10,
· No
menos de 60 años
· Esposa
de un solo marido
· Que
tenga testimonio de buenas obras
· Que
haya criado hijos
· Que
haya practicado la hospitalidad
· Que
haya lavado los pies de los santos ( servicio)
· Que
haya socorrido al afligido
·
Que haya practicado toda buena obra.
Solo espero en el
Señor me permita poder cumplir, con los años que me resten, todos y cada uno de
los requisitos que vemos en la Palabra de Dios para nosotras las VIUDAS.
¡Señor aquí estoy!
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