Cuídate a ti misma
Poder observar a una joven pasando de niña a
mujer, es algo hermoso e impresionante.
No solo porque su cuerpo va cambiando de manera
extraordinaria, sino que toda ella va renovándose.
Es como ver un capullo cerrado y poco a poco como
se va abriendo y dejando ver toda la hermosura que encierra, hasta convertirse
en esa flor que a todos atrae y que nos quedamos pasmados ante su belleza.
Esa niña se convierte en una mujer con cuerpo de
mujer, con mente y pensamientos propios, con capacidad de reproducirse, con
capacidad de decisión.
Es un tiempo de muchos cambios, de muchos
descubrimientos, que antes no los conocía.
Si por casualidad tú estás pasando este tiempo…
¡Llegó el momento de cuidarte!
Llegó el momento de cuidarte a ti misma.
Y estoy hablando de cosas que se te presentarán,
oportunidades, situaciones, experiencias…que pueden cambiar el rumbo de tu vida
en un instante.
Y convertir tu vida en un sueño agradable o una
terrible pesadilla sin vuelta atrás.
Por lo tanto:
Cuídate de hacer lo incorrecto solo por seguir a
tu amiga.
Cuídate de caer en vicios solo por probar algo
diferente.
Cuídate de vestirte y aparentar algo que en
realidad no eres.
Cuídate de asistir a lugares a escondidas.
Cuídate de hablar mentiras por cubrir la verdad.
Cuídate de dejarte tocar solo por diversión.
Cuídate de dejarte llevar por una pasión sexual.
Cuídate de ver cosas que puedan dañar tu mente y
corazón.
Cuídate de engañar por esconder.
Cuídate de sonreír por no llorar.
Cuídate de ocultar por no hablar.
Cuídate de pasar los límites y entrar en zona
prohibida.
Cuídate de tu carne débil y de la tendencia al
pecado.
Cuídate de desobedecer al Dios Vivo.
En este momento ya no nos sentimos bajo la
sombrilla de nuestros padres.
Pensamos y tomamos decisiones ya por nuestra
cuenta, no lo hacen otros por nosotros.
No se si eres de los que le gusta oír consejos.
Pero si en algo te puede servir, te diré:
1.
Si entra la duda tu corazón antes de
decidir algo…no lo hagas.
2.
Si tienes que esconderte, o irte aparte,
a algún lugar oscuro y no puedes hacerlo delante de más personas…no lo hagas.
3.
Si no te atreves a decirlo en alta voz
y contarlo a los demás…no lo hagas.
4.
Si sabes que estarías en desobediencia
directa a la Palabra de Dios…jamás lo hagas.
El libro de Eclesiastés 11:9-10 habla sobre los
años de la adolescencia y juventud y dice,
9 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu
corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y
en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará
Dios.
10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu
carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
Los años de la Adolescencia y la juventud son
cortos, pasan muy rápidos.
Pero son capaces de dejar huellas profundas que te
marcan para el resto de toda tu vida futura.
Huellas para bien o huellas dolorosas.
Pablo habló a su hijo en la fe en 1 Timoteo
4:12-16 y le dijo,
12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza. 14 No
descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la
imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate
en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto
a todos. 16 Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti
mismo y a los que te oyeren.
Aplicación práctica:
·
Se ejemplo en palabra, conducta, amor,
espíritu, fe y pureza.
·
Ocúpate en la lectura, la exhortación
y la enseñanza.
·
No descuides el don que hay en ti.
·
Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina, persiste en ello.
¡Cuídate a ti misma!
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