Malas Decisiones
Nuestra vida es relativamente corta aún para los que
hemos vivido más de 50 ó 60 años.
Somos comparados con la flor que hoy es y ya
mañana es cortada y echada fuera.
Mira como lo dice el Salmo 103:15-16
El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y
pereció,
Y su lugar no la conocerá más.
Pero esta corta vida ha estado impregnada de decisiones.
Decisiones que marcan, dirigen y cambian el rumbo
que a lo mejor habíamos planificado.
Algunos ejemplos simples:
· Decidí
ir a ver un juego al aire libre, llovió, me mojé y me enfermé. Estuve con
fiebre y en cama.
· Decidí
ir en mi carro a un viaje al interior del país, me accidenté, quedé con vida,
pero con un yeso por más de un mes.
· Decidí
probar un nuevo plato en el Restaurante, me envenené con el pescado y acabé
hospitalizada.
· Decidí
invertir parte de mi dinero en un negocio, no resultó como se esperaba y lo perdí
todo.
· Decidí
salir con ese joven que tanto me gustaba, fui más allá, quedé embarazada.
Son decisiones que para algunos pudieran llamarse
como “malas”, pues sus resultados no eran los que esperábamos.
Cambian el curso de nuestra vida, cambian nuestros
planes.
Pero si fueron nuestras decisiones, debemos
afrontar los resultados y darles el curso debido.
Asumirlas y sacar de ellas el mayor provecho,
aprendiendo de nuestros errores, si los queremos llamar así.
Con lamentarnos, culparnos y sufrir no vamos a lograr más ni menos.
Meditemos sobre nuestras decisiones, lo ideal es
poder ponerlas en manos de nuestro Dios y Salvador antes de actuar para recibir
Su confirmación.
Pero si ya actuamos sin Su consentimiento, todavía
podemos acudir a Él.
Si hemos pecado…vayamos donde Jesús, para que nos perdone,
nos limpie y nos haga nuevamente aceptos ante Su presencia.
Para que nos dé, de Su fuerza y Su poder para
seguir adelante.
Así como le dijo a Josué1:9 nos dice a nosotras,
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
¿Hemos tomado malas decisiones?
No creo, si podemos caminar al lado de nuestro
Salvador Jesús…solo serán DESICIONES.
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