Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
Escríbeme a yolimallen@convertidosacristo.org o a yolimallen@gmail.com

lunes, 7 de febrero de 2022

 

Un Buen Ejemplo












Una tarde cualquiera, haciendo una visita de cortesía a una hermana, pasando frente a esta hermosa mata de cactus, nos detuvimos y escuché detrás de mí estas palabras:

-       Este cactus nos da un BUEN EJEMPLO de lo que ocurre en el discipulado.

Desde entonces he quedado muy pensativa…

¿Qué es el Discipulado?

Todo cristiano entiende perfectamente el mandato que hemos recibido directo de nuestro Señor Jesucristo en Mateo 28:19-20 de hacer discípulos.

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

 

Estamos con la responsabilidad de enseñar y transmitir a otro creyente que comienza a caminar con Cristo, todo lo que hemos aprendido de otro, que también lo hizo con nosotros.

Es multiplicarse en otros…

Y ese cactus nos mostraba como de un solo tronco, que pudiera ser comparado con Cristo, van partiendo diferentes partes que a su vez se multiplican y se dividen, creciendo, floreciendo…aumentando así su fuerza, belleza y poder.

Y esas pequeñas ramitas se van fortaleciendo y multiplicando igual que nosotros en el discipulado.

Logrando una planta hermosa que atrae la vista de todo el que pasa a su lado.

He oído a hermanos manifestar que no saben discipular a otros,

 o tienen temor de no hacerlo bien; pero los que hemos conocido al Cristo Vivo y tenemos una íntima comunión con Él, tengo para decirte:

“No temas ni te intimides con ese engaño”

Dios mismo irá a tu lado, te dirá las palabras adecuadas, solo tienes que hablar de las maravillas que Cristo ha hecho contigo y compartir lo que has aprendido a través de Su Palabra. Darle un seguimiento de cerca y acompañarle en sus primeros pasos.

Dios no te pondrá a hacer algo que no puedes realizar, además no nos deja solos haciéndolo.

Es un mandato para todo cristiano el discipular, pero más que todo es un deleite el obedecer.

Hablar de Cristo nos llena de gozo, nos trae paz, nos fortalece nuestra fe, nos llena de convicciones, nos recuerda las promesas, nos coloca en el altar en oración, nos da amor y compañerismo con nuestro hermano…

No desperdicies la oportunidad de saborear esta experiencia, solo tienes que comenzar.

¿Estás discipulando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario