Cuando te canses de Esperar
Muchas veces se ha oído decir que
“El tiempo vuela” queriendo dejar ver que pasa muy rápido, es cierto en algunos
aspectos, pero a veces pasamos momentos, donde pensamos que el tiempo no
avanza, nos desesperamos, nos cansamos de esperar:
·
A veces estamos
simplemente siendo pacientes, para ser atendidos por el médico y obtenemos un
turno #12; nos cansamos de esperar…
·
Si somos jóvenes y
queremos llegar a cumplir los tan esperados 15 años, para que nos den mejores
oportunidades ya como más adultos en casa, nos cansamos de esperar…
·
Si queremos cambiar
actitudes de nuestra pareja que nos molestan por su forma de ser, aún se lo
hayamos pedido muchas veces, es posible que nos cansemos de esperar…
·
Cuando estamos padeciendo
por una enfermedad o dolor y aún hemos orado y tomado los medicamentos
indicados y vemos que aún pasan días y el malestar no pasa, nos cansamos de
esperar…
·
Cuando vamos delante de
nuestro Dios con una oración que anhelamos ver respondida y pasa el tiempo,
pasa el tiempo y no vemos NADA, también nos cansamos de esperar…
Hubo una mujer que le sucedió así,
Dios le hizo una tremenda promesa, siendo una mujer estéril y de edad ya avanzada,
Jehová le promete a Sara la mujer de Abraham, dar un hijo (Génesis 11:30).
Pero ella empieza a ver el tiempo
pasar, ella cada vez más vieja, aún ve que le cesa la menstruación o la
costumbre de las mujeres ( como lo llama la Biblia), llega a cumplir sus 90
años y nada ocurre, se cansó de esperar… quiso entonces ayudar a Dios.
Probablemente nosotras un día hemos
querido también ayudar a Dios, cuando no vemos su respuesta inmediata.
¿Saben qué hizo Sara?
Para ayudar a Dios, dentro de sus
posibilidades y costumbres de la época, entregó a su sierva Agar para que concibiera
de su marido y le diera un hijo que fuera luego de su pertenencia (Génesis
16:1-6). ¿Resultó? Jamás; normalmente no resulta cuando tratamos de hacerlo a
nuestra forma y no a la de Dios.
Este, definitivamente, no era el
Plan de Dios para Sara…
¿Qué actitud debemos nosotros
aprender acorde al Salmo 33: 20-22 y al 46:10, cuando nos encontremos en una
situación semejante de espera?
33:20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
33:21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos
confiado.
33:22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre
nosotros,
Según esperamos en ti.
46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones;
enaltecido seré en la tierra.
Pero sigamos nuestra historia, Dios
le concedió a Su tiempo, a Su Tiempo perfecto, el tan esperado hijo, ya para
entonces un verdadero Milagro del Altísimo, Maravilloso e Increíble.
Génesis 21:1-3 nos relata:
21:1 Visitó Jehová a Sara, como había
dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
21:2 Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios
le había dicho.
21:3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara,
Isaac.
¿Qué maravilloso contar con un Dios
que la misma Biblia nos revela en Génesis 18:14:
18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un
hijo.
Y en Salmo 147: 5 nos añade:
147:5 Grande es el Señor nuestro, y de mucho
poder;
Y su entendimiento es infinito.
En el evangelio de Lucas 1:37, nos
maravillan las palabras cuando nos repiten:
1:37 porque nada hay imposible para Dios.
Sabemos que nuestro Dios nos puede
dar tres respuestas a nuestras oraciones: SI, NO o ESPERA, ahora no es el mejor
momento para tu respuesta, no es el tiempo apropiado.
Dice el Salmo 34:17 y el 145:18-19:
34:17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
145:18 Cercano está Jehová a todos los que le
invocan,
A todos los que le invocan de veras.
145:19 Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá asimismo el clamor de ellos, y
los salvará.
Para todo y en todo tiempo, debemos
ser agradecidos, entendiendo que Dios tiene un Plan perfecto para cada una de
nosotras y que éste es el que más nos conviene.
No tratemos de ayudar a Dios, te
aseguro que lo dañaremos.
No nos cansemos de esperar, Dios tiene
Su Tiempo.
Y a Su Tiempo, cuando recibamos Su
respuesta… Nos gozaremos y alegraremos en Él, le Alabaremos porque:
¡Cuán Grande y Poderoso es Nuestro
Dios, no hay otro como Él ni lo habrá!
Solo entonces… lo entenderemos.
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