Mi accidente y Yo
Por Yoli de
Mallén
¿Quién no ha
experimentado un accidente?
Les narraré el mío…
Todo sucedió el
miércoles 6 de Marzo del 2013, salíamos del
templo de nuestro tiempo de Oración Congregacional e Instituto Bíblico. Terminamos temprano en la noche, pero nos
retrasamos un poco por una conversación pendiente de mi esposo ( el Pastor) con un joven diácono de la
Iglesia.
Fuimos los últimos
en salir, pero aún así era joven la noche para llegar a la casa preparar cena y
arreglar algunas cositas pendientes para el jueves.
Veníamos como es lo
usual conversando, mi esposo y yo, de lo sucedido y lo pendiente; veníamos
transitando tranquilamente en nuestro vehículo, eran eso de las 9:30 pm; cuando
sin esperarlo por nuestra izquierda en el carril contrario, frente a nosotros, viene rebasando a un carrito pequeño por la
derecha, un vehículo grande y venía a
exagerada velocidad. En su intento de rebasar el carrito se sube en el contén
de la acera perdiendo el control, se voltea el carro y es disparado como una
bala directamente hasta nuestro carro dándonos de frente un inevitable impacto
mortal.
Solo recuerdo
haber visto esa luz del vehículo venir
hacia nosotros y oír a mi esposo José decir… “nos dio”…luego un gran golpe.
De ser una mujer en
perfecto estado de salud, para mi edad,
pasé en solo un instante a ser el organismo más adolorido e inmóvil que
jamás olvidaré.
Todo se había
detenido con el golpe, estaba oscuro, no entendía bien en qué lugar de la
avenida nos encontrábamos, pero sí sabía todo lo que nos había ocurrido. Pude
ver a mi esposo salir del carro a tratar de buscar ayuda y llamar por celular a
nuestros hijos para reportarle del accidente.
Pero yo no podía hacer lo mismo, no podía casi
ni respirar, no podía hablar, no podía moverme; un dolor exagerado desde el
cuello hasta la cintura me llevó a pensar que tenía todo mi interior
completamente destruido, por lo que con toda claridad de mente, pensé me
quedaba poco tiempo consciente; pues se me iría yendo lentamente la
respiración, lo cual me provocaría un
leve mareo por la falta de oxígeno y
allí terminaría mi vida aquí en esta
tierra; y comenzaría mi eternidad tan
esperada.
Fue un perfecto
momento para arreglar cuentas y entregarle mi poca vida restante a mi Señor,
pedirle perdón por mis pecados sin confesar, darle las gracias por todo lo que
me había permitido vivir, porque había llegado el momento esperado donde lo
vería cara a cara y todo sería rápido; le di las gracias por la paz,
tranquilidad y confianza con que
esperaba esa partida para estar con El y por el Gozo que sentía por encima del
dolor tan intenso que sufría.
Esperé y esperé….
Pero no me iba.
Oí a mi esposo que
me decía: Yoli tienes que salir del carro pues está botando mucho humo y
tememos que pueda incendiarse. Pero yo no podía respirar bien, no podía hablar,
no podía moverme, no podía ni siquiera salir del carro por mi misma.
Apenas me quité el
cinturón de seguridad y sentí un señor fuerte que me sacó del carro y me cargó
hasta colocarme en la acera un poco apartada del vehículo, que había quedado destrozado tanto en la
parte del frente como por la parte trasera.
Allí permanecí
inmóvil con extremo dolor y dificultad respiratoria, sin querer que nadie me
moviera sino esperando por una ambulancia, que viniera a nuestro rescate. Se
acercó mucha gente, la cual solo escuchaba de lejos pues mi dolor concentraba
toda mi atención.
Empezaron a llegar
conocidos y a tratar de ayudar, llegó nuestro hijo menor que vive muy cerca del
lugar, ya mi esposo no estaba solo, pues el también había recibido golpes igual
que yo, aunque no parecía estar tan mal.
También llegó
nuestro pastor, hijo y doctor Narciso, se sentó a mi lado y sus preguntas me
permitieron dar cuenta que parecía que Dios me había dejado, por lo menos por
una rato más pues: estaba respirando, difícil, pero lo hacía, no había perdido
conciencia, no tenía dolor en la cabeza, no tenía nauseas, no había vomitado,
no había heridas abiertas, movía las manos, los pies, con dificultad pero lo
hacía. Dentro de lo malo, habían cosas muy buenas que podía lograr.
A Su tiempo, fuimos
trasladados por una ambulancia (creo por lo que me dijeron de los bomberos),
muy diferente a como se ve en las películas, pues me subieron a una camilla,
con una almohada de toalla, y entre tumbos y brincos de la carretera, sin
inmovilizador de cuello, sin oxígeno, y no sé si me amarraron pues mis manos
venían sueltas… eso sí con la sirena y con José agarrándome la mano sentado en
un banquito a mi lado ( siendo el también otro accidentado sin recibir ninguna atención)
por fin llegamos a Hospiten.
Allí recibimos como
Dios lo dispuso, las atenciones de lugar, los chequeos, exámenes, radiografías,
placas, sonografías, tomografías, todo
entre los médicos, hijos, amigos, hermanos en Cristo de ICC y de otras iglesias
que nos acompañaron.
Luego de un estudio
minucioso llegaron a un diagnóstico
final: tenía 3 costillas fisuradas, un derrame pleural en el pulmón
izquierdo, magulladuras en las piernas, pies, brazos, cintura y latera del
pecho, vidrios enterrados en la planta del pie derecho, todo debido al impacto
del cinturón de seguridad y la bolsa de aire, aparte de la cajuela que cayó
sobre mis piernas con el choque.
José tenía la mano izquierda
totalmente magullada e hinchada al igual que una rodilla, totalmente inflamada.
Pero gracias al
Señor no teníamos ningún hueso roto, ningún órgano lastimado, ninguna herida
abierta, ningún sangrado (aparte del
pulmón).
El versículo del
Salmo 139:5 que dice,
“detrás
y delante me rodeaste y sobre mí pusiste tu mano, tal conocimiento es demasiado
maravilloso para mí, alto es no lo puedo comprender”
Daba vueltas en mi
cabeza, cobrando un significado especial, al poder ver el Milagro que el Señor
había hecho con nosotros dos, Su cuidado y protección tan especial, estando tan
cerca de la muerte; viendo el carro tan destruido totalmente excepto nuestros dos asientos, nuestra dos
puertas y nuestros cinturones (pues no tuvieron ni que cortarlos, funcionaron perfectamente),
esto fue lo único que sirvió de todo el vehículo ( pues hasta el seguro lo
declaró pérdida total).
Ya estando internos
en la clínica ambos en la misma habitación, por 9 largos días, pudimos ver
claramente; que el Señor tenía propósitos para mantenernos con vida y para
estar en ese lugar precisamente al lado de todos quienes nos asistieron. Me tuvieron que drenar el pulmón por seguir
llenándose de sangre, pero luego de esto comenzó una mejoría notable.
Estoy convencida y
Gozosa de estar en Su voluntad, de que el Señor me dejó viva por un tiempo más, definitivamente no era mi tiempo
de partir todavía. El fue que lo dispuso así, y le estoy agradecida de corazón.
¡Gracias Señor por
mi accidente!
Estoy muy
complacida de estar incluida en Sus Propósitos y Planes; por tanto es mi único
deseo todos los días que me resten; que desde ya los siento como “Días extras”
que pueda ser utilizada por mi Señor.
Que todo lo que
hable, piense, haga, pueda ser con solo el propósito de reflejar la Gloria de
Aquel que me dio la Vida y la Salvación, al Único y Sabio Dios, mi Amo y Señor,
el que reina y reinará por los siglos y los siglos. Amén.
Impresionante testimonio hermana Yoli, me emocionó, me impactó y me llevó a darle la gloria a Dios por su vida y la de su esposo. Le doy cariños y qué Dios la bendiga junto a sus seres amados. Tere de Argentina.
ResponderEliminarEs maravilloso saber que los propositos de Dios son grandes y ocultos que no conocemos y que Dios esta dispuesto a bendecirles siempre y guardar nuestro deposito hasta que el venga, esperando que Dios siempre les ayude a mantenerse de pie hasta que el quiera no importando la situacion, ustedes siempre tendran un sumo gozo, la paciencia para esperar en el, la sabiduria de el para ser guiados, la fe genuina para vencer todas dificultades,
ResponderEliminarGracias le doy a Dios por la proteccion que recibimos de el cada dia, porque el sabe que es mejor para sus hijos. Romanos 8:28
Dios te bendiga yoli
Att: Anyoly Rivera de Figueroa
Bendito sea por siempre nuestro Dios! Que maravilloso es! Al igual que ustedes pude ver como el Señor me libró de un accidente aparatoso.Me pasó pero también fui librada de la muerte.El está en absoluto control!!!!
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