La sonografía del Alma
Toda mujer entiende perfectamente cuando
anualmente nos toca un chequeo completo en el ginecólogo.
Para el hombre fuera muy claro si dijera, que es
un Tune-up o mantenimiento que le toca a su carro, por el millaje que ya ha
alcanzado.
Pero volviendo a nosotras, por lo menos una vez al
año, si todo anda normal, nos toca un COMBO muy interesante:
· Análisis
completo de sangre
· Mamografía
· Sonografía
mamaria
· Densitometría
· Papanicolau
· Y
otros tipos de sonografías
Y eso es sin entrar por el cardiólogo u otros
especialistas.
Pero hoy mi atención va para las sonografías.
Esto es una prueba de diagnóstico por imágenes que
utiliza sondas sonoras para crear imágenes de órganos, tejidos y estructuras
del interior del cuerpo.
Lo que a simple vista no podemos ver, este aparato
lo revela ante nuestros nos, nos da detalles y dimensiones específicas.
¡Gracias damos a Dios por las maravillas cómo la
ciencia ha aumentado en estos días para nuestro bien!
Pero, todo esto me deja muy pensativa…
Nuestro Dios no necesita de ningún aparato
sofisticado para ver el interior de nuestro ser, para ver nuestra alma.
Hebreos 4:13 nos dice claramente,
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su
presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de
aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Así como cuidamos nuestro cuerpo, debemos
prestarle atención también a la Sonografía del alma.
Salmos 41:4 dice,
Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti he pecado
Salmos 34:22 dice,
Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían.
Esta sonografía espiritual revelará lo más íntimo,
aquello que los demás no pueden ver a simple vista, aquello que puede estar
bien oculto en un rincón de nuestro corazón y nuestra alma.
· Aquel
mal pensamiento
· Aquella
palabra inadecuada
· Aquella
actitud incorrecta
· Aquel
deseo pecaminoso
· Aquella
mirada inapropiada
No esperemos un año para hacernos una sonografía
del alma.
Salmos 33:20 nos dice,
Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Para ver nuestro Médico de médicos, no necesitamos
cita previa, ni seguro médico, ni hacer largos turnos.
Recordemos lo que nos dice Ezequiel 18:4,
He aquí que todas
las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el
alma que pecare, esa morirá.
Que el Señor permita podamos obtener la Salvación de
nuestra alma a tiempo y nos dé vida, librándonos de la muerte eterna.
Isaias 57:15 nos recuerda,
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita
la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad,
y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Demos mantenimiento continuo a nuestra alma,
mantengamos en santidad, apartado del mal y del pecado todo nuestro ser.
¡El Señor está a la puerta!
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