Un blog con contenido bíblico para cubrir las necesidades espirituales de la mujer de todos los tiempos.
Escríbeme a yolimallen@convertidosacristo.org o a yolimallen@gmail.com

martes, 17 de agosto de 2021

 

  Sola…Nunca













Experimentar la muerte de un ser querido, es algo muy duro y difícil…pero experimentar la muerte de tu amigo, esposo, amante y compañero de casi 50 años juntos…no tiene ninguna palabra que lo pueda definir.

Pero aunque parezca que voy a hablarles sobre los momentos de angustia, tristeza, desorientación, indecisión…NO.

Voy a hablar y compartir con Uds. todo lo contrario.

Quiero hablar de las Bendiciones que ha sido esta terrible experiencia.

1º Que bendición poder recordar a mi persona amada en todos…y han sido muchos los momentos de alegría, felicidad y verdadero amor y unión matrimonial.

Donde no hubo diferencias que no pudiéramos resolver debidamente y a tiempo, juntos…siempre juntos.

2º Que bendición saber perfectamente dónde ha partido para su eternidad…Cristo mismo se lo llevó con Él.

Está en el mejor lugar donde no hay llanto, ni dolor, ni sufrimiento, ni enfermedad. ¡Donde todo es Perfecto!

3º Que bendición tener suficientes memorias, recuerdos, anécdotas, muchas fotos y videos para compartir y gozarnos con las generaciones que nos continúan.

4º No me cansaré de agradecer a mi Dios el haberme dado el privilegio de compartir todo este tiempo maravilloso a su lado y haber podido Glorificar Su Nombre con nuestra vida juntos.

5º Sola…Nunca

El Señor ha estado y seguirá estando a mi lado. No me ha dejado ni un solo momento ni lo hará.

Es mi sostén y mi Consolador por excelencia.

6º Comienzo otra Aventura…donde espero el Señor siga usándome como lo ha hecho hasta ahora.

Mi compañero terminó su carrera, pero a mi me ha permitido seguir… así que prosigo la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14)

Recordando y apropiándome de estas Palabras del Salmo 73:23-16:

Con todo, yo siempre estuve contigo, me tomaste de la mano derecha.

Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en Gloria.

¿A quién tengo yo en los cielos sino a t?

Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

¡Gracias a todos los que han orado y siguen orando por mi!

No hay comentarios:

Publicar un comentario