La mata de Guineos
Tener una mata de guineos en el patio de tu casa,
es algo único. Tienes muchas ventajas, pero la primera y que todo el mundo
sabe: poder saborear de su fruto, a su tiempo.
Sembramos esa cepa de guineo hace algún tiempo,
bueno la sembró mi esposo pues si soy yo no creo hubiera tenido éxito. Y fue
todo un acontecimiento verla ir creciendo, tirando hojas, tomando fuerzas…pero
lo mejor de todo fue cuando echó la flor y sabíamos venia el tan esperado fruto
o racimo.
Lo velamos día por día, siguiendo las
instrucciones para no hacer nada indebido, hasta el momento de cortarlo y
dejarlo madurar.
Claro está… nada se compara a COMERLO.
Disfrutar de todo un proceso de trabajo, con un
tiempo indicado y un conocimiento adecuado, traerá su victoria.
Pues quisiera hoy si me lo permiten, hacerles una especie de comparación con
nuestra vida, pero con nuestra vida física es algo obvio, quisiera que fuera
con nuestra vida espiritual; desde el momento en que nos convertimos a Cristo y
nacemos de nuevo.
Comenzamos muy pequeños a crecer, somos una nueva
vida, vamos desarrollándonos poco a poco, necesitamos de ayuda, tenemos que
adquirir conocimientos de la Palabra de Dios (agua y abonos) que vayan
haciéndonos crecer de manera adecuada.
Somos observados y ayudados.
A su debido tiempo damos fruto, comenzamos a
compartir con otros lo que somos en realidad. Pueden otros saborear un buen
fruto o uno atrofiado y mal atendido.
En el camino… que lleva su tiempo, podemos llegar
a ser deseados o menospreciados por los demás.
Al probar nuestro fruto otros pueden anhelar tener
lo mismo.
Tenemos un fruto: guineos pero no viene uno solo,
vienen muchos.
Al convertirnos nuestro Dios nos da por medio del
Espíritu Santo, su fruto.
Asímismo el fruto del Espíritu viene acompañado de
varias cualidades que nos adornan: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, mansedumbre, templanza y fe. Así nos dice Gálatas 5:22.
Es muy importante que un buen Cristiano de fruto y
haga discípulos que continuen la obra; que pueda seguir a su vez haciendo otros
discípulos.
Así vemos la mata de guineos que cuando da su
fruto muere pero, ya ha tenido quien la suplante y siga , continue; podemos
observar varios hijitos de la misma planta que salen y crecen a su lado
dispuestos a dar fruto igual.
Mateo 28 19-20
Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.
A este mandato Divino se le llamó la Gran Comisión, y somos llamados a obedecerlo todo aquel que se pueda llamar Cristiano.
Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.
A este mandato Divino se le llamó la Gran Comisión, y somos llamados a obedecerlo todo aquel que se pueda llamar Cristiano.
Es nuestro deber después que nazco de nuevo,
crecer, dar fruto y reproducirme en otros.
¿Por qué paso vas?
saludos, la Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo sea con usted, le cuento que me agrado mucho encontrar su blog
ResponderEliminarpara mi fue como un ragalo que el Señor me permitio, soy de Cuba y sus estudios y reflexiones me han ayudado mucho a prepararme para los estudios de las reuniones de mujeres de mi congregacion, le do las gracias por tan espiritual blog. Mi nombre es Daide